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31 de agosto de 2015

Elecciones presidenciales

Ante este decepcionante escenario, no sería de extrañar, que los votantes atendiesen menos a las palabras, y más a los hechos

1.- LAS ELECCIONES Y EL SISTEMA DEMOCRÁTICO:

Ya no es lo mismo que antes. Hace unos años, votar era sinónimo de democracia. Sin embargo hoy, los programas electorales pueden ser incumplidos, no cumplidos en su totalidad, e incluso utilizados como arma arrojadiza, contra los propios ciudadanos. A las urnas, ya no se acude con la misma confianza, y el mismo espíritu de antaño. Las urnas se han convertido tan solo en un señuelo electoral, y muchos se preguntan hasta qué punto es legítimo, un gobierno que no cumple su programa electoral, o lo que es lo mismo, su contrato social. No hace falta estar excesivamente despierto, para darse cuenta que el sistema democrático actual está y seguirá agotado, mientras los ciudadanos continúen votando un programa electoral nacional A, convertido a posteriori en un programa electoral internacional B, rectificado por la Troika. Recordemos la modificación del artículo 135 de la Constitución, realizado por la puerta de atrás. Pero, ¿acaso puede un partido que carece de democracia interna, intentar siquiera implantar una auténtica democracia en la nación, a la cual representa? ¿Qué autoridad moral tiene una organización que carece de esos mínimos requisitos, a la hora de criticar a otros regímenes no democráticos? Ante este decepcionante escenario, no sería de extrañar que los votantes cambiasen sus valoraciones, a la hora de ejercer su derecho al voto. Que en lugar de valorar la imagen de un “líder”, o las palabras de un programa electoral, atendiesen más a los hechos, es decir, a la estructura y política interna de las distintas fuerzas.

2.- LA CONSTITUCIÓN:

¿Qué sentido tiene una reforma de la Constitución, sin un claro compromiso previo con respecto a su acatamiento?

Un presidente de gobierno, una vez que es investido, antes de tomar su cargo, procede a jurar la Constitución, en presencia del Jefe del Estado. Entre las funciones que otorga la Carta Magna al Rey, están según el artículo 61, “guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, y respetar los derechos de los ciudadanos, y de las Comunidades Autónomas”. Resulta asombroso contemplar como algunas fuerzas políticas, proponen una reforma de la Constitución, sin observar previamente su cumplimiento. ¿Qué sentido tiene una reforma de la Constitución, sin un claro compromiso, con respecto a su acatamiento? Veamos algunos artículos de la Constitución:

- El Artículo 14 de la Constitución, dice que “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de raza, sexo, religión, etc. Conviene recordar que según las últimas estadísticas que existen en España 10.000 aforados, cuando la media en Europa es de 1,5 por país. En lo que va de año han fallecido veintiséis mujeres a manos de su marido, y conviene recordar que las agresiones homofóbicas, son también violencia de género.

- El Artículo 15, especifica que “todos tienen derecho a la vida”. Hay personas, como son los dependientes de hepatitis C, que ya no están entre nosotros, por falta de medicación y/o tratamiento.

- El Artículo 20, en su apartado d, se reconoce y protege el derecho “a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión”. La práctica totalidad de webs, se han visto en la necesidad de eliminar enlaces por decreto que el gobierno reguló por medio de la Ley de Propiedad Intelectual. Y en su apartado 2, dice: “el ejercicio de estos derechos no puede restringirse, mediante ningún tipo de censura previa”.

- El Artículo 27, en su punto uno, dice que “todos tienen el derecho a la educación”. Sin embargo con la Ley Wert, muchos estudiantes, por motivos económicos, han tenido que plantearse el abandono, o el inicio de sus estudios.

- El Artículo 39, en su apartado primero dice: “Los poderes públicos, aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia”. Los recortes, han disminuido dichas protecciones, y como consecuencia existe menos cobertura.

- El Artículo 41, dice que “Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social, para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situación de necesidad, especialmente en caso de desempleo”. Se han eliminado prestaciones por desempleo. Últimamente cinco mil millones en los presupuestos del Estado.

- El Artículo 43, dice que “se reconoce el derecho a la protección de la salud” Se ha establecido el copago, y hay personas que no pueden pagarse todos los medicamentos.

- El Artículo 45 dice: “Todos tienen el derecho a disfrutar de un medioambiente adecuado, para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo”. Los incendios, y la deforestación, siguen causando estragos, por la falta de medidas de protección por medio de la Administración, como es la creación de cortafuegos. No se elaboran nuevas medidas, ni políticas más agresivas contra el cambio climático.

- El Artículo 47, dice: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada”. El gobierno ha permitido los desahucios.

- El Artículo 56, expone: “La persona del Rey, es inviolable, y no está sujeta a responsabilidad”. En contradicción con el Artículo 14.

- El Artículo 128, dice que “toda la riqueza del, país, en sus distintas formas, y sea cual fuere su titularidad, está subordinada al interés general”. Excesivos casos de corrupción con transferencias de capital a manos privadas.

3.- LÍDERES, POLÍTICOS Y PRESIDENTES

¿Es lógico que en un estado democrático, casi ningún líder político llegue al 5?

Ser Presidente, no es sinónimo de ser líder. Un líder a diferencia de aquel, sabe escuchar, llegar a acuerdos, hablar en público, motivar a su equipo, cumplir sus objetivos, y lo que es aún más importante: saber dejar el cargo, cuando no ha cumplido las expectativas electorales iniciales, y/o a perdido la mayoría social. Y si no preguntémonos: ¿Es lógico que en un estado democrático, casi ningún líder político llegue al 5?

La semana pasada, el mundo acudió atónito, a un hecho insólito. El candidato republicano (conservador), a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, comparecía en la localidad de Iowa, en rueda de prensa. Un periodista, Jorge Ramos, reconocido profesional de la cadena Univisión, y crítico con la postura anti inmigratoria, intentaba formular una pregunta al magnate Trump. En su primer intento, este le contestó, en un tono de pocos amigos: “Siéntese, no le he dado la palabra”. “Vuelva a Univisión”. Ante la insistencia de Ramos, Trump dirigió una mirada a uno de sus escoltas, el cual sacó al periodista de la sala, mientras este defendía verbalmente su derecho a preguntar.
Al cabo de unos minutos, se le permitió de nuevo la entrada a la sala, y pudo efectuarle una de sus preguntas: ¿Cómo piensa expulsar a once millones de indocumentados, negar la ciudadanía a los bebés, y construir un muro que divida la frontera entre EE.UU, y México? A lo que Trump contestó: “Soy constructor. Es más difícil construir un edificio de noventa y cinco plantas”. ¿Se imagina alguien la política (interior y exterior) de la primera potencia mundial, en manos de “político” de estas características?

4.- LA SELECCIÓN DE UN PRESIDENTE

La pregunta anterior, lleva a plantearse preguntas más abiertas: ¿Qué requisitos debe de reunir el Presidente de una nación, antes de representar a su país? ¿Es una mayoría simple de su grupo, una razón suficiente?

Nadie es capaz de imaginarse, en ningún país del mundo, a un equipo de cirujanos, bajo la condición de aforados, ante sus propias negligencias médicas. Profesionales, al igual que el personal perteneciente al sector de la aeronaútica, o el de las fuerzas de seguridad, con una responsabilidad en ocasiones superior a la de un cargo público. Y no es menos paradójico, que para ejercer el oficio de piloto, se exijan a sus aspirantes exhaustivos y periódicos controles médicos, pruebas psicológicas, adaptación al medio (cambios de presión), además de una previa experiencia de miles de horas de vuelo, y que para ser presidente de gobierno, del cual dependen millones de vidas, no sea necesario más que se elegido por una mayoría simple.

No resulta pues descabellado, imaginar un futuro en donde los distintos candidatos, estén sometidos a la realización de ciertas pruebas de selección que midan factores como la capacidad de liderazgo, y tengan en cuenta otro tipo de variables no menos importantes, como son a honestidad, la capacidad de compromiso, la sensibilidad social, el desapego al cargo, o la coherencia ideológica.

La experiencia laboral previa, acompañada por referencias de las distintas empresas, así como la firma de un documento de compromiso social, mediante el cual el candidato exponga sus motivaciones políticas para desempeñar el cargo, mediante el cual se comprometa a convocar elecciones anticipadas, sino se cumplen unos mínimos requisitos, como pueden ser los puntos más importantes del programa electoral, una conducta antidemocrática y/o antisocial, la dejación de funciones, la comparecencia ante los medios y demás grupos parlamentarios.

Está claro. La sociedad necesita un reinicio del sistema. Lo que muchos se resisten a entender es que este proceso implica un mínimo y previo apagado del mismo.

José Luis Meléndez. Madrid, 29 de Agosto del 2015

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