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14 de marzo de 2014

La niña y la amante

Nunca piensas, a pesar de desearlo con todas tus fuerzas, que un día puedas ver uno de tus sueños hecho realidad. En este caso caso, la de ver publicadas y leídas tus pequeñas creaciones. El sueño, más reparador, lo es también más intermitente. Ahora comprendo todo: “Pluma en Ristre”, es esa hija imaginaria, medio engendrada y tan deseada, que siempre guardé con cariño, y que por exigencias del guión, no fue posible traer al mundo físico con ninguna mujer.

Tenía tantas ganas de venir, esta niña polimorfa, que entiendo que ahora me desvele reclamando a veces como una hija, y otras como amante su visita, su abrazo, su beso diario y lleve por título esencias de mujer. ¡Qué grande es el inconsciente…! Ha tenido que ocurrir todo de una manera prodigiosa, como si estuviese escrito, para más tarde darme cuenta y entenderlo…

Me vienen ahora las palabras de mi querido profesor de Grafología, Mauricio Xandró, cuando nos decía en sus recogidas y simbólicas clases de “letras”, que la mente es como un iceberg, en el cual el inconsciente está formado por las tres cuartas partes de su masa sumergida, y que tan solo un tercio de esa masa que se encuentra en la superficie, se corresponde con nuestra parte consciente. Pues bien, he aquí dicha constatación.

¡Gracias!, querida Pluma por venir a la vida. Amiga, compañera, y amante sabia que cala y colma de nuevas emociones y significados este viaje que es la vida. Ya sabes que Kutxi es siempre niña, porque en ella se paró el tiempo y tiene el don de vivir en su permanente infancia de huesos, muñecos y arrumacos. Ella también escribe y traduce en mi corazón, las emociones en sentimientos, que más tarde nosotros, Pluma en Ristre pergeñamos sobre el papel.

Sólo que tú y yo, seguiremos creciendo, haciéndonos cada día más mayores, reconciliándonos con la vida e intentando dar respuesta a cada pregunta, tan insistente como profunda...

José Luis Meléndez. Madrid, 10 de Febrero del 2014.

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